lunes, 28 de marzo de 2022

La diosa Venus

La diosa Venus, fue en un principio la diosa romana de los jardines y los campos, era un componente crucial en las fiestas y mitos religiosos de la antigua Roma. Algunos dicen que es la misma, otros dicen que solo es el equivalente a su homóloga griega Afrodita.

En cuanto a su nacimiento, existen dos leyendas distintas sobre ello, una nos habla de que una gran concha de mar era mecida por las aguas del Mediterráneo hasta que por azar fue a parar a las costas de la isla Citerea, donde el choque la hizo abrirse y de su interior surgió la diosa. Desde ese mismo instante, Venus fue conducida ante la presencia de los dioses del Olimpo, donde fue agasajada y cortejada por éstos de manera gentil.

La otra versión, un poco más cruda, nos cuenta que Saturno mutiló los genitales de su padre y éstos cayeron al mar. De ellos y la espuma del mar nació Venus, siendo también en esta versión llevada ante los dioses olímpicos.



El nacimiento de Venus

Descripción del cuadro 

Los personajes que aparecen en el lienzo El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli pintado entre los años 1482 y 1485son Venus, Céfiro, Cloris y la alegoría de las Horas.
En el centro del cuadro yace desnuda sobre una concha  formando una línea sinusoidal, La larga y abundante melena flota en el aire. Su extensión le permite usarla para esconder delicadamente sus "vergüenzas", mientras una de sus manos se apoya en su pecho. 

A la izquierda del lienzo se encuentran dos personajes agrupados en pareja. Se trata de Céfiro, el dios del viento, y de su mujer ClorisCéfiro sopla sobre Venus y la lleva hasta una costa segura donde la espera una mujer. Se trata de una alusión alegórica a las Horas, las tres diosas de las estaciones. 


video: todo lo que tienes que saber sobre la diosa venus





sociedad romana


Los noblitas son la clase más alta después de los senadores. Eran las familias más ricas, que poseían las tierras e incluso podían ocupar cargos políticos importantes o participar en el Senado.

 los plebeyos, Eran los campesinos, pequeños propietarios, pequeños artesanos o comerciantes. Eran libres y tenían derechos, pero no tantos privilegios como los noblitas puesto que no podían gobernar y debían pagar impuestos a la clase más alta.

Los libertos eran esclavos que pudieron obtener su libertad. 

y por lo último en lo más bajo de la sociedad estaba los esclavos. Eran prisioneros de guerra o hijos de otros esclavos que no tenían libertad ni derechos. Eran propiedad de sus dueños, por lo que podían comprarse y venderse como objetos.


La vestimenta

la mayoría de los tejidos eran de lino. Las prendas eran: 
  • la toga: pieza elíptica de lana generalmente de blanca.
  • La túnica : pieza sencilla, atada en la cintura y con mangas cortas. Los hombres las llevaban hasta las rodillas  las mujeres hasta los pies.
  • Estola: larga y delgada túnica con muchos pliegues.

En otro aspecto de la sociedad esta el matrimonio, los adultos no conciban estar solteros ya que se casaban con el único propósito para tener hijos y no por amor. Necesitaban el consentimiento paterno y ser ciudadanos. lo únicos portadores de derechos eran los hijos legítimos. Habían 2 tipos de matrimonio: 

  • Matrimonium cum manu: la esposada abandonaba la familia de origen y se iba con la del marido.
  • Matrimonium sine manu: La mujer permanecía en la autoridad del padre.


 


Religión




































martes, 15 de marzo de 2022

Gastronomía de la antigua romana

El gran imperio romano tuvo una gran influencia en la comida y en su evolución,  de las inmensas tierras que conforman su imperio llegaban a sus puertos toda clase de viandas procedente de los más diversos territorios por la  alimentación y la cocina romana se vuelve más sofisticadas e interesantes.

Los romanos cultivaban sus tierras trazando círculos concéntricos alrededor del casco urbano, situando los huertos y las viñas en el primer nivel, en el siguiente circulo se encontraban los campos de cereales y en el más alejado la ganadería.




Esta estructura permitía un abastecimiento constante de su principal fuente de alimentos los vegetales, aceitunas, cebollas, higos y aceite que eran los ingredientes principales de su dieta ya que la plebe no comía carne ni pan que estaba reservado para los soldados.






Las despensas de los ricos romanos estaban muy bien abastecidas con viandas de todo el imperio, no dudan en incluir en sus menús cualquier novedad que llegue a sus puertos así la cocina se enriquece.

La primera del día era el jentaculum, el desayuno, consumido en casa tras despertarse al amanecer. Algo sencillo y nutritivo: un pan ácimo oscuro llamado far que, dependiendo de la capacidad adquisitiva de cada uno, podía ir acompañado de queso y aceitunas.

El almuerzo se consumía al mediodía y era llamado prandium. La mayoría de la gente en las ciudades había salido de casa para ganarse el jornal y tenía una pausa rápida para consumir algunos alimentos que le permitieran seguir laborando hasta el final del día.

Quienes disponían de una casa acogedora regresaban a ella para el almuerzo, desdeñando los establecimientos de comida rápida como algo propio de las clases bajas

La comida fuerte del día para los romanos era la cena, que comenzaba sobre las cuatro o las cinco de la tarde y era mucho más abundante que el desayuno y el almuerzo, en especial porque era en ella donde se consumían platos calientes y cocinados. Dejando a un lado las cenas familiares de la mayoría de la gente, constituía la excusa ideal para socializar tras la visita a las termas, y era costumbre convertir las cenae en reuniones con los amigos, que se acercaban a la domus del anfitrión a disfrutar de la comida en buena compañía.

Estas reuniones se convirtieron para algunos en el instrumento perfecto para dejar ver su riqueza, hacer política o intentar trepar por la escala social. Fue de estas cenae de lujo de donde surgieron los banquetes romanos llenos de excesos.

La base de la alimentación de la mayoría de la población la constituyeron siempre los cereales. Si primero fueron la espelta y las gachas, estas no tardaron en ser reemplazadas por el trigo, con el que llegó la panificación.